Tras 24 horas de que Portugal señalara que su díficit de 2009 y 2010 fue mayor al anunciado, el Tesoro portugués entró en un nuevo examen con el mercado, donde el resultado ha sido desesperanzador.
En concreto, Portugal ha colocado 1.645 millones en bonos a fecha de vencimiento en junio de 2012, por encima de los 1.500 millones previstos. Pero, para que sean aceptados el interés tuvo que elevarse considerablemente. En este sentido, el precio fue de 5,793% frente al 3,159% en la colocación anterior del pasado 14 de julio. Asimismo, el bid to cover se ha situado en 1,4 veces, en vez del de 2,3 veces de la subasta de julio.
El problema radica en que Portugal necesita acudir al mercado para obtener durante 2011 unos 20.000 millones de euros. Entonces, se ve obligado a emitir documentos a plazos cortos por la desconfianza de los inversores.
Sin embargo, cremos que como esta emisión fue de improvisto, dado que fue anunciada ayer por el Tesoro luso en su primera búsqueda de financiación en el mercado desde que dimitió el primer ministro José Sócrates.
De todas formas, la suma entre la crisis política de Portugal, la debilidad de su economía y la desconfianza de los mercados llevan a que caiga durante la última semana sus calificaciones financieras hasta sólo un nivel de diferencia con el ‘bono basura‘.
En consecuencia de la creciente tasa de interés, hace pensar a muchos expertos que Lisboa deberá pedir ayuda externa en breve. Esperemos que sea como el Gobierno sostuvo, y que esto no debería ocurrir.
Adicionalmente, el Tesoro portugués anunció otra emisión para el próximo día 6, también lo será de bonos también a corto plazo y vencimientos a seis meses y un año, por valor de 750 a 1.000 millones de euros.