Entre emisiones de pagarés, nuevos depósitos bancarios, y otros productos que ofrecen una buena rentabilidad como cuentas remuneradas, ahora tenemos la opción de hacernos de deuda del Estados, o letras del tesoro a través de la compra de estos títulos.
En concreto, el Tesoro Público ha colocado 4.602,01 millones en letras a 12 y 18 meses a unos tipos de interés que se han mantenido prácticamente estables. De esta manera, se elevaron aunque ligeramente en el caso de las letras a un año y se han moderado un poco en el caso de las letras a 18 meses.
Por su parte, en esta oportunidad, el Tesoro se ha quedado en la parte media del rango previsto, ya que esperaba captar entre 4.000 y 5.000 millones, tras cosechar una demanda que ha multiplicado casi por tres lo emitido al situarse por encima de los 12.600 millones.
Concretamente, el Tesoro ha colocado 3.560,52 millones en letras a 12 meses de los 8.205,55 solicitados, a un interés del 3,688% frente al de 3,648% de la anterior subasta, que se celebró el pasado 20 de septiembre.
De la misma forma, ha emitido 1.041,49 millones en letras a 18 meses de los 4.436,49 solicitados por los inversores. En esta ocasión, el tipo marginal se ha situado en el 3,856%, frente al 3,900% de la subasta anterior.
Por suerte, el Tesoro ha logrado pasar una nueva prueba en los mercados, la primera tras la rebaja de calificación de crediticia a España por parte de Fitch y Standard & Poor’s hasta AA- con perspectiva negativa por el riesgo que supone la consolidación fiscal y el débil crecimiento.
De la misma forma, la subasta demuestra que los inversores han acogido bien la decisión del G-20 de mantener la recapitalización de los bancos para garantizar su liquidez entre los inversores.