Cuando los mercados y empresas entran en crisis y se ven quiebras por doquier, aparecen muchos instrumentos financieros que parecen no tener ningún riesgo aparejado, y ofrecer buenas rentabilidades dentro de lo aceptable. Estamos hablando de la deuda pública, donde financiando al estado, podremos hacernos de algunos euros extra.
Además, con altos niveles de deuda pública, o endeudamiento del Estado con particulares, empresas u otros estados, nuestro país parece beneficiarse congrandes cantidades de dinero rápido para generar políticas fiscales y monetarias.
Añadiendo la necesidad de invertir en infraestructuras de gran coste cuya recuperanción financiera mediante pequeños flujos de caja se hace a más medio y largo plazo.
Sin embargo, todo esto bueno se pudre cuando vemos nuestra prima de riesgo por los cielos. ¿No era que la deuda pública acarreaba cero riesgos? Parece que no, y por algo se cuestiona con este número que califica el riesgo español.
A pesar de ello, sabemos muy bien que un estado no puede quebrar y por eso le prestamos nuestro dinero. Pero, tenemos que conocer que existen varias jugadas posibles para no pagar a tiempo. Si bien aún no se han utilizado, en otros países son cosa diaria. Por ejemplo, estoy hablando del canje de bonos, por otros, pateando el vencimiento para más tarde, aunque a mayor interés. O bien, declararse en default, y no pagar deuda hasta nuevo aviso.
El Tesoro de España tiene permiso de emitir los siguientes instrumentos:
- Letras del Tesoro: De 3, 6, 12 y 18 meses
- Bonos del Estado: De 3 y 5 años
- Obligaciones del Estado: De 10, 15 y 30 años
El mínimo de inversión son 1.000 € para todas las modalidades, y si quiere invertir más la cantididad siempre ha de ser múltiplo de este mínimo.
